Viruela


Poco después del comienzo de la colonización de América, una epidemia de viruela, iniciada en Europa, se extendió y azoló al Nuevo Mundo, donde llegó a matar la mitad del total de enfermos, destaca la AIN.

Fiebre elevada, malestares, postración, dolor de cabeza y el brote generalizado de vesículas postulantes eran los síntomas del mal, del cual Cuba no quedó exenta.

Según cronistas de la época, el primer contagiado en los territorios de ultramar fue un esclavo, en 1520, y desde entonces la enfermedad se propagó como pólvora, diezmó a tribus com pletas de indígenas y sólo en México -en apenas una centuria- cobró 18 millones de vidas, alrededor del 90 % de su población.

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